Se inició en el oficio de la carpintería como ayudante de taller, lejos de su ciudad natal, Tafí del Valle. Cuando Silvio Rodríguez, de 28 años, empezó a trabajar la madera se fue enamorando de las vetas del cedro y del nogal. Fue reconociendo cada detalle de este material noble, lo que le permitió saber qué formas podía darle. Infinitas. Sus amigos le dieron un empujón: ¿y si hacés juguetes?, le preguntaron. Pero la inspiración llegó del pintor Joaquín Torres García. El artista uruguayo no sólo se dedicó a pintar sino también a crear juguetes de madera. Así fue como Silvio, admirando el trabajo de Torres García, se animó a ser juguetero.

Él y otros pequeños productores, que estaban casi ocultos entre ferias temáticas y de indumentaria, fueron agrupados por el centro cultural Virla: formarán parte de una exposición y venta que comenzará mañana. “Descubrí los jugueteros tucumanos” fue creado con la intención de que ese oficio se haga visible y para que en estas fiestas los tucumanos regalen o se autoregalen producciones hechas en Tucumán.

¿Cómo competir con el mercado de juguetes importados? No hay que hacerlo, aseguran estos creadores de fantasía. “Nuestros juguetes son para personas que desean algo único, especial, fuera de serie”, comenta Natalia Trouvé, de Sandía con Patas, como se llama su emprendimiento. Róyer, Niní, Cándida & Ema, Jota Pérez, Celia y Felipe son los personajes que creó sólo con dos agujas y algo de tiempo que le dejan sus hijos y su profesión de diseñadora gráfica y cantora. Natalia, al igual que otros artesanos, no vive de sus juguetes, pero ser “multirrubro” le suma creatividad. Eso se nota en cada muñeco tucumano.

Una media impar, un tubo de cartón, retazos de tela, un cajón de verduras...todo puede ser reciclado y transformarse en un juguete. De ahí también surge la exclusividad de esas piezas. Como los juegos que hicieron las arquitectas Pía Ponce (tucumana) y Perrine Viot (francesa): recuperaron y reciclaron maderas para darles nueva vida, en forma de ta te ti, dominó o yenga, entre muchos otros. “Creemos en el imaginario, la poética, en la capacidad de los niños de construirse historias propias”, dicen las socias de “Peperina”. Ellas, antes de vender sus creaciones, aclaran que tienen una prueba de calidad: llevan las piezas a una plaza y los comparten con los niños. Así -compartiéndolos- sabrán si esos juegos no estandarizados invitan a pensar de manera poética. Por el mismo control de calidad pasan los juguetes de Ébano, un emprendimiento familiar de Esteban Villafuerte y Lorena Cohen. Sus hijos, Joaquín, Ignacio y Olivia, prueban cada cocinita, pool, cesto de básquet, casita, entre otros objetos y juguetes, que sus padres carpinteros hacen en el taller.

No viven de esto, aunque algunos sí quieren hacerlo; utilizan las redes sociales o las ferias en las plazas para promocionarse; se inspiran en sus hijos, en otros artistas, en la naturaleza, en la fantasía; la reutilización de la materia prima les es fuundamental para bajar los costos de producción; y la prueba de calidad pasa siempre por la mirada experta de un niño o de un adulto que no quiere abandonar el niño que lleva adentro. Esos son algunas de las herramientas de los jugueteros locales.

Dos muestras de juguetes 

El Centro Cultural Virla organiza un fin de año con muchas actividades. Una de ellas es “Descubrí los jugueteros tucumanos”, cuyos protagonistas te mostramos en esta producción. Según explicó  la directora del Virla, Vicky Ríos, la muestra tiene la intención de agrupar a estos artesanos y apoyar la actividad. Los juguetes estarán en exposición para la venta a partir de mañana. Las marcas que participan son: Sandía con Patas, Tía Cris (juguetes e indumentaria para muñecas en hilo y lana), Carnavalito, Tuto, OOAK, Aventuras por Encargo (presenta el juego “Atrapados”), Anita Piñeiro (caleidoscopios y muñecas de materiales reciclados), Épica (juegos de mesa), Ébano, Silvio Rodríguez, Peperina, Alejandra Frigerio (piezas lúdicas y únicas pintadas a mano), iu ien y Watashi Toys (muñecos al crochet). En este contexto, la Secretaría de Extensión de la Facultad de Artes inauguró ayer la muestra “Juguetes”, que reúne participantes del concurso homónimo a la muestra, que son alumnos, ex alumnos y docentes de la Facultad. Realizaron “obras-juguetes” que luego de ser expuestos y premiados serán donados a los chicos internados en el Hospital del Niño Jesús.

Carnavalito

Amigurumis norteños

Agustina y Florencia Argañaraz, hermanas y estudiantes de la carrera de Ciencias Económicas, tenían juguetes que su mamá Myriam les hacía con sus propias manos. Fue ella quién les enseñó a tejer cuando crecieron. Esa fue la base para armar “Carnavalito”, su propia marca de juguetes tejidos con la técnica de amigurumi. Los personajes están inspirados en el NOA.

Iu Ien

Una media, un juguete

¿En qué casa no se ha perdido una media? María Pilar Vaquera transformó esos calcetines impares en muñecos para sus hijos, Gastón y Tomás. Utiliza la media como cuerpo del “bicho” y el resto lo hace con retazos de tela. Luego de la buena aceptación, comentó a hacerlos para vender. Si querés podés llevarle tu media a María para que tengas tu propio muñeco.

Arte OOAK

Hadas de colección

Carlos Rodríguez trabaja en un supermercado, y en su tiempo libre crea pequeños personajes fantásticos, como sirenas, hadas y doncellas. Se utiliza el término OOAK para nombrar a muñecas artísticas, moldeadas y confeccionadas a mano, que son originarias de Europa. “Invito a los más pequeños a soñar y a los adultos a que no pierdan ese niño interno”, dice Carlos.

Tuto

Juguetes de madera que estimulan el aprendizaje

“Tuto surge de una inquietud sobre el rol de los juguetes en la formación de las personas: nos preguntamos ¿para qué sirve jugar? Estamos seguros que jugar es muchísimo más que entretenimiento o distracción. Los juguetes son herramientas de desarrollo y, como tales, contienen en sí un enorme potencial pedagógico”, comentan los carpinteros Álvaro Benó y Estefanía Cajeao. Éstos amigos crean juguetes de madera, ensamblados con técnicas de carpintería. La prueba de calidad la hacen los hijos de Álvaro: Lautaro y Alejo.